El portaviones británico HMS Prince of Wales continúa su misión en el Océano Pacífico, consolidando su presencia en aguas estratégicas del Indo-Pacífico junto a aliados clave.
Esta operación no solo representa un despliegue militar significativo del Reino Unido, sino también una oportunidad para destacar la poderosa escuadra aérea embarcada a bordo de esta imponente nave, reafirmando su papel como uno de los activos más avanzados de defensa marítima en el mundo.
La travesía del HMS Prince of Wales forma parte del ejercicio multinacional Cerberus 24, que involucra a fuerzas aliadas como Estados Unidos, Japón y Australia. En este contexto, la presencia del portaviones del Reino Unido subraya su compromiso con la seguridad regional y la cooperación naval. Sin embargo, más allá del componente estratégico, la operación también ofrece una rara mirada al funcionamiento interno de la fuerza aérea desplegada desde el buque.
A bordo del Prince of Wales, la Real Fuerza Aérea de la Marina Real opera una sofisticada flota aérea que incluye aviones de combate F-35B Lightning II y helicópteros Merlin Mk2 y Mk4. Estos elementos proveen capacidades de ataque, defensa aérea, guerra antisubmarina y apoyo logístico, conformando un sistema integral de proyección de poder marítimo y aéreo. Cada componente aéreo embarcado se coordina con precisión desde el centro de control de vuelo del portaviones, que funge como el cerebro de las operaciones aéreas.
Los F-35B, capaces de despegar y aterrizar verticalmente, representan una revolución tecnológica en el ámbito militar. Su incorporación permite al HMS Prince of Wales operar con alta flexibilidad incluso desde aguas sin infraestructura de aterrizaje tradicional. Por su parte, los helicópteros Merlin desempeñan un rol esencial en la detección y seguimiento de amenazas submarinas, asegurando el dominio bajo la superficie del mar y protegiendo al grupo de combate del portaviones.
El comandante del grupo aéreo embarcado, capitán James Black, explicó en declaraciones recientes que “la integración del contingente aéreo con las operaciones del buque es el resultado de años de entrenamiento meticuloso, ingeniería innovadora y trabajo conjunto entre los distintos componentes de la Marina”. La preparación de estos equipos permite realizar maniobras complejas, operaciones nocturnas y misiones en condiciones climáticas adversas con gran eficacia.
La presencia del HMS Prince of Wales en el Pacífico no pasa desapercibida. En un entorno geopolítico cada vez más tenso, especialmente en torno al mar de China Meridional, el despliegue de portaviones y su fuerza aérea constituye un mensaje claro de disuasión y muestra de capacidad operativa. También refleja el interés del Reino Unido por mantener una posición relevante en la arquitectura de seguridad del Indo-Pacífico.
En definitiva, el paso del HMS Prince of Wales por el Pacífico no solo refuerza los lazos militares entre naciones aliadas, sino que también ofrece una inspiradora demostración del poder aéreo embarcado. El ejercicio conjunto y la visibilidad que recibe el ala aérea del portaviones contribuyen a fortalecer no solo la defensa regional, sino también el prestigio internacional de la Marina Real Británica en una era de desafíos globales compartidos.