San José, 15 de abril de 2025 – El presidente de la República defendió enérgicamente su gestión durante un discurso en el que aseguró que las palabras fuertes y sinceras pueden incomodar a muchos, especialmente a quienes se sienten afectados por un gobierno que, según dijo, “cumple, construye, no roba, no afloja, no calla y no les rinde pleitesía a las élites de siempre”.
El mandatario señaló que hay sectores de la sociedad, particularmente “ricos y miembros de la vieja casta política”, que se sienten agraviados por lo que calificó como el creciente bienestar de la población. Afirmó que, mientras antes eran los pobres quienes protestaban, ahora son los sectores privilegiados los que se sienten incómodos por los avances del país.
Según dijo, su administración ha llevado oportunidades de desarrollo a regiones históricamente olvidadas, ha generado empleos y ha contribuido a una reducción significativa de la pobreza. Destacó que “la prosperidad ya se asoma en el horizonte” y que muchas familias hoy tienen trabajo y un techo digno.
El presidente también se refirió a las reformas impulsadas en materia de seguridad, destacando el combate contra el crimen organizado y la necesidad de una transformación estructural del Estado. Denunció que muchas instituciones se han convertido en fines en sí mismas y que están dominadas por personas que, dijo, “no ven al ciudadano como el legítimo soberano”.
Criticó el diseño de las leyes y la Constitución por permitir que ciertas personas permanezcan enquistadas en puestos de poder por décadas gracias a “intercambios políticos, patrocinios partidarios, amigos y componendas”.
Afirmó que la única ideología válida hoy es que la democracia produzca resultados reales y tangibles en bienestar, seguridad y prosperidad para los ciudadanos. Advirtió que, si esto no se logra, la población podría dejar de creer en ella.
El mandatario reiteró su llamado a reformar leyes obsoletas y eliminar trabas burocráticas. Mencionó la importancia de leyes más duras, como prisión preventiva para quienes representen peligro, castigos más severos para quienes recluten menores de edad en actividades criminales, sanciones contra quienes destruyan equipos tecnológicos de control como escáneres, y la posibilidad de extraditar a costarricenses involucrados en crimen organizado o terrorismo, propuesta contenida en el expediente 23.701 que se tramita en la Asamblea Legislativa.
Finalmente, cuestionó la demanda de respeto por parte de instituciones que, a su juicio, no lo merecen. “El respeto no se exige, el respeto se gana con eficiencia, trabajo duro y resultados”, expresó.