El volcán Poás continúa su actividad eruptiva, aunque en los últimos días ha mostrado cierta estabilidad, según las observaciones. Andrea, su dinámica actual registra pulsos frecuentes de intensidad pequeña a moderada, acompañados de emisión constante de ceniza cuando las condiciones permiten la visibilidad.
La pluma de gases y material volcánico se eleva unos 200 metros sobre el cráter, desplazándose predominantemente hacia el suroeste. Durante la noche, se ha observado incandescencia en el cráter: una luz roja tenue, asociada a temperaturas cercanas a los 250 °C, temperatura característica de la combustión del azufre.
Estas emisiones, ricas en dióxido de azufre (SO₂), generan columnas ligeramente azuladas. A pesar de la actividad constante, no se han reportado cambios significativos que indiquen un aumento en el riesgo. Las autoridades mantienen el monitoreo ante posibles variaciones en el comportamiento del macizo.
Resumen clave:
- Actividad estable con pulsos eruptivos pequeños a moderados.
- Emisiones de ceniza y gases con dirección suroeste.
- Incandescencia nocturna por combustión de azufre (250 °C).
- Monitoreo continuo sin alertas por cambios drásticos.