
San José, Costa Rica – 21 de febrero de 2025. La creciente llegada de migrantes a Costa Rica ha generado un intenso debate en el país. Según reportes recientes, cientos de personas de diversas nacionalidades, en su mayoría provenientes de Sudamérica y el Caribe, están ingresando diariamente al territorio costarricense con la intención de continuar su travesía hacia Norteamérica.
Las autoridades de migración han manifestado su preocupación por la capacidad del país para manejar este flujo masivo. En declaraciones recientes, funcionarios de la Dirección General de Migración y Extranjería destacaron que los albergues y recursos destinados a la atención de los migrantes se encuentran al límite. «Estamos viendo una situación sin precedentes que requiere una respuesta coordinada a nivel nacional e internacional», expresó un vocero de la institución.
El fenómeno migratorio ha generado reacciones encontradas en la sociedad costarricense. Mientras algunos sectores abogan por una respuesta humanitaria que garantice la seguridad y los derechos de los migrantes, otros advierten sobre las posibles repercusiones económicas y sociales de este flujo migratorio. Residentes de comunidades fronterizas han reportado un aumento en la presencia de grupos de migrantes, lo que ha generado preocupación por el impacto en la seguridad y la infraestructura local.
A nivel gubernamental, se ha solicitado apoyo a organismos internacionales como la ONU y la OIM para gestionar la crisis y coordinar acciones que permitan un tránsito más ordenado de las personas en movilidad. Además, el Gobierno de Costa Rica ha intensificado el diálogo con países vecinos para buscar soluciones conjuntas.
La situación migratoria en Costa Rica refleja un fenómeno más amplio que afecta a la región centroamericana. Con las crecientes dificultades económicas y políticas en varios países de origen, se espera que el flujo de migrantes continúe en los próximos meses, planteando desafíos tanto para las autoridades como para la población costarricense.