
En un contexto de creciente inseguridad, los homicidios en Costa Rica han alcanzado cifras alarmantes que preocupan a la ciudadanía y a las autoridades. Desde enero de este año hasta la fecha, se han registrado aproximadamente 700 homicidios, de los cuales 38 son menores de edad. La situación ha llevado a la población a clamar por justicia y a exigir acciones contundentes por parte del gobierno.
El diputado Hilbert, de la fracción de Liberación Nacional, expresó su preocupación ante el incremento de la violencia. En declaraciones recientes, lamentó que la mayoría de los homicidios involucran a jóvenes y que el 80% de las víctimas son personas menores de 50 años. «Esta situación es dolorosa y crítica. Los récords de asesinatos diarios están deteriorando la imagen del país», afirmó.
Hilbert criticó la falta de acciones efectivas por parte del Ministerio de Seguridad Pública y pidió una respuesta inmediata para abordar la crisis. «Nunca es tarde para actuar. Necesitamos estrategias y coordinación entre los cuerpos policiales para combatir la inseguridad», insistió.
En paralelo, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) llevó a cabo un allanamiento en La Carpio, buscando a cinco individuos relacionados con actividades criminales, incluyendo homicidios y tráfico de drogas. Este tipo de operaciones son fundamentales para recuperar la tranquilidad en las comunidades costarricenses.
La creciente ola de violencia también ha tenido repercusiones en el turismo, un sector vital para la economía del país. La percepción internacional sobre la seguridad en Costa Rica se ha visto afectada, con informes en medios de comunicación de otros países destacando la situación crítica del país.
El llamado a la acción es urgente. La ciudadanía espera que tanto el presidente como los diputados de la Asamblea Legislativa prioricen la seguridad en la agenda nacional, aprobando proyectos que promuevan un entorno más seguro para todos.