
17 de diciembre de 2024— La viceprimera ministra y ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, presentó su dimisión este lunes debido a un profundo desacuerdo con el primer ministro Justin Trudeau sobre cómo enfrentar la amenaza del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a los productos canadienses.
Freeland explicó en una carta dirigida a la opinión pública que no comparte la estrategia propuesta por Trudeau para afrontar la política económica de Trump. Según Freeland, Canadá debe tomar “extremadamente en serio” las amenazas arancelarias del nuevo gobierno estadounidense, que ha anunciado una política de nacionalismo económico agresivo.
La postura de Freeland y el contexto económico
La ahora exministra subrayó que la relación comercial entre Canadá y Estados Unidos es vital para la economía canadiense, ya que el 75% de las exportaciones del país dependen de su vecino del sur. Las recientes declaraciones de Trump, realizadas hace 15 días, sobre la posible imposición de aranceles de hasta un 25% han generado incertidumbre y preocupación en Ottawa.
Freeland, quien ha sido una figura clave en el gobierno de Trudeau desde 2015 y ha ocupado varios cargos ministeriales, manifestó que la falta de confianza con el primer ministro le resta autoridad para ejercer sus funciones. “Discrepo profundamente sobre el mejor camino a seguir para nuestro país en este momento crítico”, afirmó en su carta de renuncia.
Rechazo de un nuevo puesto en el gabinete
El pasado viernes, Freeland fue invitada a ocupar otro cargo dentro del gabinete de Trudeau. No obstante, decidió rechazar la oferta, argumentando que su posición actual no le permite respaldar las políticas propuestas. Su renuncia marca un momento de tensión en el liderazgo del gobierno canadiense en un periodo clave para las relaciones bilaterales con Estados Unidos.
Reacciones y futuro político
La dimisión de Chrystia Freeland ha conmocionado a Canadá en un contexto de incertidumbre económica y política. Analistas señalan que su salida podría debilitar aún más al gobierno de Trudeau, que enfrenta presiones internas y externas ante los retos planteados por la nueva administración estadounidense.
La amenaza arancelaria de Trump ha sido interpretada como una señal de su intención de priorizar los intereses económicos de Estados Unidos bajo políticas proteccionistas. Este enfoque podría tener un impacto significativo en sectores clave de la economía canadiense, como la industria automotriz, el acero y los productos agrícolas.
Por el momento, el primer ministro Trudeau no ha emitido comentarios adicionales sobre la dimisión de Freeland ni ha anunciado un sucesor para ocupar el cargo vacante. Entretanto, Canadá se enfrenta a uno de los desafíos económicos más importantes de los últimos años.