
Escazú, Costa Rica – En horas de la tarde de este viernes, una avioneta se estrelló en el cerro Pico Blanco, ubicado en el cantón de Escazú, desencadenando una operación de rescate compleja. Más de 22 bomberos y 40 miembros de la Cruz Roja, junto con expertos locales, se han movilizado para intentar localizar y rescatar a los tripulantes del avión.
El siniestro, ocurrido alrededor de las 12:40 p.m., fue reportado a las autoridades, quienes rápidamente comenzaron a desplegar recursos de emergencia. A pesar de los esfuerzos iniciales, el acceso a la zona afectada ha sido extremadamente complicado debido a la geografía escarpada de la montaña y las condiciones meteorológicas adversas.
El Trabajo de los Expertos Locales
Según informes de los equipos de rescate, el terreno es altamente quebrado y la visibilidad se ha visto severamente afectada por la lluvia y la neblina, lo que ha retrasado el avance de los rescatistas. Las primeras estimaciones indican que el tiempo estimado para llegar al lugar de impacto es de entre tres y cuatro horas, dependiendo de la ruta y las condiciones del clima.
Los rescatistas también han contado con el apoyo de expertos locales en montaña, conocidos como «vaqueanos», quienes han sido clave para guiar las operaciones de rescate en terrenos tan difíciles. Entre ellos se encuentra Warner Rojas, alpinista costarricense reconocido por su ascenso al Monte Everest, quien ha brindado su conocimiento y apoyo a los equipos de rescate.
La Investigación y los Desafíos de Acceso
La aeronave, de matrícula Golfo Eco Romeo, transportaba a seis personas, incluyendo a los propietarios de un hotel local, el piloto y una asistente. Aunque la aeronave ha sido localizada mediante un sobrevuelo aéreo, el acceso sigue siendo un desafío. La localización precisa de la aeronave, basada en coordenadas obtenidas de un vuelo de reconocimiento, es crucial para determinar los pasos a seguir en las labores de rescate.
A pesar de la alta probabilidad de que los ocupantes hayan sufrido heridas graves debido al impacto, las autoridades han dejado claro que no se darán por vencidos. «Las probabilidades de vida son bajas, pero no vamos a escatimar esfuerzos. Vamos a llegar a la hora que sea,» afirmó Don Luis, uno de los responsables del equipo de bomberos.
Operación Aérea y Tiempos de Rescate
El trabajo de rescate está siendo apoyado por tres aeronaves de la compañía SAT, que han realizado sobrevuelos para localizar los restos del avión en las montañas de Pico Blanco. Estos sobrevuelos han permitido identificar zonas de difícil acceso y planificar las rutas de entrada para los rescatistas terrestres.
Además de las labores de rescate en Pico Blanco, los equipos también están cubriendo otros sectores cercanos, como Bebedero y Santa Ana, para asegurar que todos los posibles puntos de impacto sean investigados. La combinación de condiciones meteorológicas difíciles, como bancos de neblina y lluvias intensas, ha complicado aún más el trabajo de los rescatistas.
Condiciones Climatológicas y Esperanza de Rescate
Las condiciones del tiempo han empeorado conforme avanza la tarde. La visibilidad en el terreno ha disminuido considerablemente, lo que ha obligado a los equipos a actuar con más cautela. Sin embargo, los rescatistas han reafirmado su compromiso de continuar con la búsqueda durante la noche. A pesar de los riesgos, el trabajo no se detendrá, ya que el objetivo es recuperar a los ocupantes de la aeronave lo antes posible, y con el mayor cuidado y seguridad.
A pesar de las estadísticas y las dificultades, los equipos de rescate han expresado que el esfuerzo sigue siendo su principal prioridad, sin importar el tiempo que tome. «No vamos a dar por perdido el rescate, lo seguiremos intentando con todos los recursos disponibles,» agregó Don Luis, coordinador de los bomberos.
El Futuro de la Investigación
Se espera que en las próximas horas, los equipos de rescate continúen sus operaciones mientras la búsqueda se lleva a cabo en condiciones desafiantes. Mientras tanto, las autoridades siguen coordinando con la Dirección General de Aviación Civil y brindando apoyo psicológico a las familias de los tripulantes.
Con el paso de las horas, el esfuerzo de rescate en Escazú se convierte en una carrera contra el tiempo, donde la esperanza sigue viva, aunque las probabilidades de éxito disminuyan a medida que se acerca la noche.