Nuevos planos de embajada china en Londres generan dudas de seguridad en Reino Unido

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Londres – El diseño de una futura embajada china en la capital británica ha encendido las alarmas entre altos funcionarios del Reino Unido, generando preocupaciones por posibles riesgos a la seguridad nacional. La vicepresidenta del gobierno británico, Oliver Dowden —quien funge como autoridad interina en asuntos relacionados al gabinete— solicitó al gobierno de Beijing explicaciones claras sobre las áreas modificadas, suprimidas u ocultas en los planos arquitectónicos entregados.

En una carta enviada por el gobierno británico, se exigió a las autoridades chinas que entreguen una versión «completa y sin censura» de los planos. De acuerdo con Dowden, es fundamental que los diseños presentados incluyan todos los aspectos pertinentes para que las autoridades locales puedan evaluar de forma transparente la legalidad y viabilidad del proyecto. “Es imprescindible que se nos indique de forma precisa y completa qué partes han sido eliminadas o cubiertas, y las razones que justifican estas omisiones”, señaló el vicepresidente.

Los planos en cuestión están relacionados con el desarrollo de una sede diplomática china de gran envergadura, destinada a reemplazar instalaciones actuales y fortalecer la presencia diplomática del gigante asiático en el Reino Unido. No obstante, la presentación inicial de estos documentos fue recibida con escepticismo por parte de las autoridades de seguridad locales, que identificaron irregularidades y elementos faltantes que comprometerían la supervisión técnica y legal del proyecto.

El sitio propuesto para la construcción se encuentra en el área de Royal Mint Court, una zona de alto valor histórico y estratégico cerca de la Torre de Londres, lo cual ha añadido una capa adicional de escrutinio a la propuesta oriental. El Comité de Planificación del municipio de Tower Hamlets aún no ha emitido una decisión oficial, en espera de mayor claridad por parte del solicitante chino.

Diversos medios británicos han especulado sobre las motivaciones detrás de la supresión de ciertos elementos estructurales, como habitaciones sin ventanas u otras características poco usuales que podrían dificultar la supervisión pública o el control de accesos. Las autoridades han insistido en que cualquier construcción diplomática debe regirse por los principios de transparencia, legalidad y respeto a los estándares comunitarios, sin excepciones, independientemente del país de origen.

El impacto de esta controversia puede ir más allá del ámbito urbanístico o arquitectónico. Observadores internacionales señalan que, en medio de una etapa de tensiones diplomáticas entre Occidente y China, este caso podría convertirse en un símbolo de las complejas relaciones actuales entre ambas potencias. Además, la exigencia de mayor transparencia puede ser interpretada como un mensaje político acerca de la necesidad de relaciones bilaterales basadas en la confianza mutua y la rendición de cuentas.

Por el momento, el gobierno británico ha reiterado que cualquier decisión sobre la aprobación de esta embajada deberá estar fundamentada en documentación verificable y conforme a la normativa vigente. Hasta entonces, el futuro de la nueva sede diplomática china en Londres permanece en suspenso.

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